Cambio la frecuencia en la que voy a registrar mis entrenamientos ya que de otra forma se me acumula el trabajo y no consigo llevarlo al día. Además, estoy siendo muy irregular y no acabo de sentirme bien. Haré los registros de forma mensual, empezando por este mes.
El mes de septiembre continúa siendo bastante irregular. Lo único que consigo es asistir a la clase de ciclo el lunes y a partir de ahí toda la semana va cuesta abajo. No logro salir a correr más de 2 días y alguna semana sólo salgo 1 día. Despues del palizón que me pegué la primera quincena de agosto no logro conseguir la regularidad necesaria para acumular kilómetros. La temperatura no ayuda y cada vez que salgo a correr me siento pesado y lento, lo cual no constituye la mejor motivación que puedo tener.
Se que al final iré notando tanto las clases de cyclo como el salir a correr, pero me cuesta mucho el simple hecho de ponerme las zapatillas para trotar un rato. Esta clase se va a convertir en un fijo dentro del plan de entrenamiento de este año. Sigue haciéndose cuesta arriba a partir de los 30min, pero eso quiere decir que estoy trabajando de forma intensa, al límite del umbral aeróbico, y fortaleciendo los músculos implicados en el ciclismo.
Este mes aprovecho para una sesión de descarga que tenía pendiente. Conforme voy metiendo más entrenamientos, a pesar de no ser muchos, me he ido notando algo más cargado de piernas. A la carga usual en los gemelos, se unen los cuádriceps, debido a las clases de cyclo.
La única carrera a la que he asistido este mes es a la XXVI Carrera Nocturna del Guadalquivir. A pesar de ir a un ritmo que debería ser, a priori, muy cómodo, sentí que se me hacía larga. Las sensación de pesadez y lentitud se mantienen aún yendo a ritmos muy por debajo de los que me solía mover hace unos meses.
El resumen total del mes no es muy esperanzador.