El mes de octubre comienza igual que acaba el de septiembre. Sensaciones de pesadez y no ser capaz de hacer 10km sin sufrir, lo cual hace que la motivación siga por los suelos. Sin embargo, conforme pasan los días, me voy encontrando mejor.
En la segunda semana del mes casi logro hacer pleno de entrenamiento. Salgo 3 días a correr, aunque me salto la clase de cyclo. El fin de semana coincide con el puente del Pilar y aprovecho que estamos en la playa para salir a correr a la orilla del mar. El sábado, aunque hay algunas nubes da gusto correr por la orilla. Los ritmos son muy suaves pero acabar los 10km disfrutando es suficiente. El domingo también salgo a correr aunque en esta ocasión no logro escaparme del chaparrón. La sensación de correr bajo la lluvia me encanta y más cuando la única nube que está descargando agua va en la misma dirección que yo.
Empiezo a encadenar la clase de cyclo con los 3 días de entrenamientos. Los fines de semana suelo ir acompañado, lo que hace los kilómetros más amenos, y esto parece que me está sentando bien. Los ritmos no son para tirar cohetes pero el simple hecho de lograr entrenar 4 días a la semana hace que me motive, llegando incluso a acabar los entrenamientos apretando un poco. El calor no es tan agobiante como en las semanas anteriores y esto también me ayuda.
He introducido un nuevo escenario para los rodajes de fin de semana. Cambio el Parque del Alamilllo por el Parque de María Luisa. Este parque permite rodar buena parte del recorrido por tierra y entre vegetación, algo que me «refresca» en todos los sentidos. Suelo llegar al amanecer y esto me permite disfrutar de imágenes espectaculares.
Aunque aún no hay mejoría reseñable en lo referente a ritmos, noto que aguanto mejor los kilómetros y que el cuerpo tiene algo más de chispa, poca, pero lo suficiente para acabar con más alegría los entrenamientos. Tampoco parece que note los entrenamientos seguidos los fines de semana más la clase del lunes, por lo que parece que vamos por buen camino.
Aunque no estoy asistiendo a muchas carreras este año, me quedaba la última carrera del circuito 10k. Con el bajo fondo que tengo dudé hasta el último momento si asistir o no. Finalmente, decido planteármela como un entrenamiento suave, sin pensar en ritmos y con el único objetivo de acabarla.
El resultado fue mejor de lo que podía esperar y, aunque lejos de mi mejor estado de forma, llegué con fuerzas en los últimos kilómetros para acabarla en menos de 1h.
El balance de este mes ha sido mejor que el anterior, lo que ha supuesto una inyección de motivación. Ahora solo queda seguir manteniendo el mismo ritmo de entrenamiento a la espera de mejores sensaciones.