No podía llegar en mejor peor momento al maratón de Sevilla. Tras el gripazo de la última semana de enero y la posterior recuperación, la semana previa al maratón debía ser un remanso de calma y pocos kms. Nada más alejado de la realidad, el martes destemplanza y el miércoles fiebre, aunque no tan alta. Menos mal que el jueves de nuevo leve destemplanza para el viernes estar sin fiebre. Esto me hacía estar totalmente despistado respecto a mi estado de físico así que de nuevo llegaba al maratón con incertidumbre.

Recogida de dorsal y previo a la carrera

El viernes me lo tomo libre para ir a la Feria del Corredor con mi hermana a lo largo de la mañana. Llegamos hacia las 11:00 y nos dirigimos directamente a la recogida de dorsal y bolsa del corredor. Aunque ya sabía que este año la bolsa venía con un cortavientos de color verde fosforito, no deja de ser decepcionante que se hayan limitado a cambiar el cortavientos de los voluntarios y corredores respecto al año anterior. Esto es, la bolsa viene con el cortavientos que el año pasado daban a los voluntarios, sin distintivo de la edición del maratón, lo que me hace temer que el año que viene tocará de nuevo el azul. Otro punto negativo es la discriminación al respecto de las corredoras, a las que se les entrega un cortavientos de hombre, no teniendo opción a tener una prenda adaptada a la fisonomía femenina.

Con el dorsal recogido
Con el dorsal recogido

Ya con los dorsales recogidos nos damos una vuelta para curiosear un poco por los distintos stands. Nos paramos un rato en el de Longfield, donde me compro unos calcetines. Es una empresa de Burgos que se dedica a la fabricación de calcetines para corredores así como prendas térmicas. Paramos también en el de los geles energéticos de Biofrutal (@Biofrutal). Mi hermana conoce a unos de los propietarios de la empresa, que lleva el stand, y paramos un rato con él. Son unos geles ecológicos con un sabor distinto a los habituales (ligero sabor a miel) y que ya había probado en alguna ocasión. Compramos un pack de geles más un complemento para el previo a carrera y otro recuperador post carrera.

Ya nos visualizamos entrando en meta
Ya nos visualizamos entrando en meta

Con esas pequeñas compras y tras curiosear un rato nos vamos,  no sin saludar a Havié Rosales que está también por allí y que aún duda de su participación.

El resto del día nos lo tomamos de descanso y ya no salimos hasta el día siguiente. Ya el sábado salimos un rato por el centro para tomar algo aprovechando el buen día. Notamos que hay menos ambiente que el año pasado, quizás los corredores estén aún en la feria del corredor. Tras comer en casa descansamos toda la tarde, dejando todo preparado para el día siguiente.

La carrera

Este año la carrera empieza a las 8:30, por lo que a las 6:30 ya estoy en pie, preparado para desayunar y relizar las correspondientes visitas al cuarto de baño. El día amanece nublado, con previsión de lluvia suave, ideal para correr un maratón. Para la espera me llevo un poncho de plástico que me proteja del viento y la lluvia, que tiraré una vez entre en calor.

Antes de las 7:30 ya estamos aparcados, por lo que nos dirigimos a un bar cercano para que mi hermana se tome un te y vayamos por última vez al cuarto de baño. Volvemos al coche para cojer todo lo necesario para la carrera y una vez preparados nos dirigimos al cajón de más de 4h donde esperamos, rodeados de corredores, el comienzo de la carrera. Aunque el clima sigue siendo desagradable, no llueve y entre tanta gente no se nota el viento. Estamos unos metros por detrás del globo de 3:45, así que voy mirando alrededor a ver si localizo a Salva o a Dioni pero no los veo así que espero a verlos en carrera.

Esperando el comienzo de la carrera
Esperando el comienzo de la carrera

La carrera empieza puntualmente, pero al estar en la cola tardamos unos minutos en cruzar la meta. A la altura del helipuerto, antes de los 2km, nueva parada para evacuar líquido (esto se va a convertir en un clásico). Parada breve que nos hace reintegrarnos pocos metros detrás de donde habíamos salido. En la parada técnica extravío uno de los guantes, así que me quito el que me queda.

Los primeros kms voy bastante cómodo, aunque me noto falto de chispa. El control de carrera lo haré en base a las pulsaciones que intento mantener por debajo de 157ppm el máximo tiempo posible, lo que traducido en ritmo equivale a unos 6:20min/km.

Los primeros 10km transcurren de forma rápida, según lo planeado. El hecho de pasar por Triana, Los Remedios (donde recibo los ánimos de mi amigo Kiko), Paseo Colón y Torneo hace el recorrido más ameno, tanto por paisaje como por animación. Voy bebiendo el agua que me da mi hermana en todos los avituallamientos, tomando el primer gel a los 7km.

Paso por Torneo
Paso por Torneo

El paso por el control de 10km nos adentra en un tramo poco atractivo y con poca afluencia de público, especialmente hoy. Por la zona de Macarena me tomo el segundo gel, a los 14km. En este tramo me encuentro con una agradable sorpresa, el amigo José Luis Olivares se encuentra animando por la calle Recaredo. Corre unos metros conmigo dándome ánimos lo cual siempre viene bien en esta carrera.

Paso por Luis Montoto
Paso por Luis Montoto

Se agradece el tramo de la ronda histórica, desde la altura de la Iglesia de la Macarena, y el tramo de Nervión, pero entrar en Kansas City de nuevo nos lleva al desierto. El cielo sigue nublado y, aunque no llueve, el viento se hace bastante desagradable, especialmente en las avenidas, lo que hace que el cuerpo no acabe de entrar totalmente en calor. Logro mantener las pulsaciones por debajo de las 160ppm hasta los 16km donde tengo que bajar el ritmo para intentar que bajen. El ritmo pasa a estar entre los 6:30-6:48min/km hasta los 20km. A estas alturas ya no dan botellas en los avituallamientos como en los primeros, sólo vasos de agua, algo que creo que debería ser al revés.

El paso por los 21km coinciden con el pabellón San Pablo, lo que hace que el ambiente esté muy animado. Aprovecho para tomar el tercer gel, manteniendo la pauta de los 7km, disfrutando del pequeño oasis de animación en el desierto que supone este punto. El siguiente segmento, hasta los 30km, no va a mejorar el tramo anterior. Avenidas largas y bastante desangeladas, a excepción del paso por el C.C. Los Arcos, me van llevando hasta el punto donde el año pasado me paré y no fui capaz de remontar por la Ronda del Tamarguillo. Paso por delante del sítio donde empecé a andar por primera vez en el 2016. No se como pero lo reconozco. Se que es ese sitio y paso mirándo de pasada, casi con desprecio, sabiendo que el año pasado el mazazo fue grande. A pesar de todo no logro aguantar mucho más y a los 25km las piernas la cabeza me hace parar.

Hace ya unos kms que uno de los leves ataques de tos, resto de la gripe y el resfriado pasados, me ha provocado un tirón en la espalda que provoca que en algunas ocasiones al respirar sienta pinchazos. No le echo Intento no echarle mucha cuenta a este dolor esperanzado en que poco a poco irá desapareciendo por el movimiento y el calentamiento de los músculos. Los gemelos empiezan a estar también congestionados y para acabar de arreglarlo noto que el pie derecho me molesta en el empeine, probablemente por haberme atado demasiado fuerte las zapatillas. Estas condiciones formaban la combinación perfecta para que el maratón se agarrase como un poseso a esas debilidades. El siguiente gel lo tomo puntualmente a los 28km, lo cual me indica que a pesar de todo no estoy saturado mentalmente, algo que si noté en la anterior edición y que me hizo descontrolarme en lo referente a avituallamiento sólido durante la carrera.

Coindidimos por esta zona con una pareja de Bilbao, Asier y Paula, que corren su segundo y primer maratón respectivamente. Van un buen rato con nosotros, haciéndonos mutuamente «la goma» durante varios kms, mientras mi hermana no para de animarnos.

Asier y Paula, compañeros durante varios kms
Asier y Paula, compañeros durante varios kms

En lo referente a los periodos de trotar/andar la historia se repite, pero con una pequeña variación, yo mismo arranco a trotar en numerosas ocasiones sin que mi hermana tenga que insistir tanto como en el 2016. Realmente tenía más miedo a romperme y desfondarme antes de llegar que falta de fuerzas. Esto solo quiere decir una cosa, que el maratón aún me domina, algo menos que en mi primera participación pero sigue con su control brutal sobre mí. Ya solo queda ir recorriendo tramos, completando pequeñas etapas. Primero llegar hasta l0s 30km para luego empezar a vislumbrar en la cabeza la entrada en el Parque de María Luisa. Los ritmos ya van oscilando entre los 7:20-8:20min/km aunque las pulsaciones se mantienen entre 158-166ppm.

Tras pasar el control de los 30km empiezo a pensar en entrar en el Parque de María Luisa. Ha sido el escenario de los entrenamientos más exigentes y es un sitio donde me siento cómodo. Empiezo a tomar plátano y más isotónica, lo que hace que retrase la toma del siguiente gel y lo sustituya por pequeños trozos de la barrita de gominola.

Resurgiendo de mis cenizas
Resurgiendo de mis cenizas

Aunque el ritmo se mantiene muy bajo, entre los 7:10-8:30min/km, las pulsaciones también bajan algo y se sitúan entre las 154-158ppm. Esto indica que no voy muy mal y que parece que tengo fondo, pero de rodilla para abajo siento dolor y el maratón sigue devorándome. Vemos pasar un autobús escoba en el que nos saludan Asier y Paula, lo que significa que finalmente han sucumbido, espero que en el próximo maratón les vaya mejor. Esto no hace sino reforzarme en la idea que este maratón lo acabo sin lugar a dudas.

En la Av. de la Palmera encuentro a Javier Serrano, cámara en mano, que está animandonos. Nuevo «gel de moral» y a seguir apretando los dientes. El paso por la Plaza de España supone pasara los 37km y me sube más aún la moral. Es poco lo que falta para acabar y el encontrarme allí a mi chica animándome me da nuevas fuerzas. No se cuanto tardaré, pero este maratón lo voy a acabar.

Sufriendo en el Parque de María Luisa
Sufriendo en el Parque de María Luisa

En la Pza. de España también se encuentra Miguel Angel Chaparro, otro fotógrafo incansable, está haciendo fotos de todo el que pasa por allí. Aprovecho para hacer un poco el payaso y animarme de cara a la parte final de la carrera.

Divirtiéndonos por Pza. de España (Foto: Miguel Angel Chaparro)
Divirtiéndonos por Pza. de España (Foto: Miguel Angel Chaparro)

Ya solo quedan unos pocos kms, sólo 5km, pero el paso por el centro se me hace muy duro. Ayuda bastante la múltitud de gente que está animando y los pasillos que se crean con la gente tan cerca animándote por tu nombre. Es una situación difícil de describir pero que hace que se me pongan los vellos de punta.

Paso por la Catedral
Paso por la Catedral

La gloria está cerca, pero aún hay que ganársela. Paso la Av. de la Constitución, donde me encuentro a Javier Mena que lo está pasando mal (como yo) y lo animo lo que puedo, continúo por Sierpes hasta llegar a la Alameda y de ahí al Puente de la Barqueta.

Dirigiéndome al Puente de la Barqueta
Dirigiéndome al Puente de la Barqueta

Ya estoy en la Cartuja y eso significa que la próxima referencia es el Estadio de La Cartuja, donde está la meta. Queda poco, pero aún hay que luchar. Estos últimos kms son los más largos, parece que no acaban nunca, pero ya han pasado los 40km, los 41km y ya enfilo el tunel y dentro del Estadio el cartel de los 42km al que al pasar miro con alegría. Ya casi lo he logrado, solo queda cubrir la recta que me lleva a completar la carrera.

Tras finalizar me abrazo a mi hermana y siento como todo el cansancio y los dolores, que desaparecieron al entrar en el estadio, vuelven de golpe. Satisfacción por completar mi segundo maratón con la ayuda de mi hermana.

Segundo maratón completado
Segundo maratón completado

Toca ahora analizar la carrera. Respecto a los frios números, la mejora en cuanto a tiempo no ha sido muy grande, pero ahí están esos 10min que le arañé al reloj respecto al año pasado. Completé la carrera (43km según mi reloj) en 5h4min tiempo real y con unas pulsaciones medias de 158ppm. Sin embargo, han sido varias las personas que me dicho que me han visto más entero en la parte final, últimos 10km y yo mismo he notado que estaba más fresco de cabeza, llevando el control para la toma de geles. El año pasado iba más saturado mentalmente.

Han sido 3,6km los que he andado en esta edición, así que ya está muy cerca el hacer el maratón totalmente trotando/corriendo. Es muy poco lo que me ha faltado.

Porcentaje Trotar/Caminar
Porcentaje Trotar/Caminar

 

Grafica Trotar/Caminar
Grafica Trotar/Caminar

Si tengo que reconocer que es una distancia que no tengo dominada, más bien todo lo contrario, me domina ella a mí. Sigo sin tener claro el ritmo a seguir, aunque el handicap de este año ha sido el tener fiebre 3 semanas antes y la misma semana de la carrera. Esto ha hecho que perdiese algo de forma y no llegase al 100% al día de la carrera. Otro punto es que sigo teniendo miedo a fundirme y no llegar lo que me hace ser excesivamente reservón en la parte final. Respecto a la recuperación, ha sido bastante buena. El mismo día estaba destrozado, pero 24h después y tras la visita al fisio el cuerpo prácticamente no tenía dolores.

Con todo, orgulloso de mi participación en 2017, aprendiendo de nuevo nuevas lecciones que me sirvan para el 2018 y me hagan dominar esta prueba en un futuro cercano.

Justo premio a mi esfuerzo
Justo premio a mi esfuerzo

 

 

2 comentarios en «XXXIII Zurich Maratón de Sevilla»
  1. Muy bien Hugo, sientete orgulloso de tu carrera. Has mejorado respecto al año pasado y además los ultimos dias han sido muy perjudiciales para ti. Teniendo eso en cuenta el resultado es espectacular. Muchos se hubieran quedado en casa y otros tantos hubieran acabado en el autobus escoba gracias a la buena excusa de la enfermedad. Tu has luchado y peleado hasta el final contra ella, y mejoraste tu resultado. Eso, para una lucha tan desigual como es un maraton, es un autentico triunfo. Más mental que físico, y eso es maravilloso, porque te demuestra que eres fuerte mentalmente para las próximas. La unica forma de darle algún golpe a esta carrera es mentalmente, físicamente está al alcance de muy pocos.
    Dicho mal y pronto: Para lo que la calidad no me da,… Tengo los cojones!. 😉
    Respecto a los datos tecnicos de analisis, cosa que me encanta aunque a alguno le ponga de los nervios, te dire que yo he andado en esta edicion medio kilómetro más que tu, y el tiempo andado lo he hecho más lento que tú.
    Y otra cosa, que sólo llevas dos maratones. Dices que no lo dominas, pero es que dominar el maratón es algo prácticamente imposible, para ello hay que doblar las dos medias, eso es muy muy dificil.
    Yo tengo 12 participaciones, 11 finalizadas. Sólo en una ocasion creo que acabé con la sensacion de que la prueba no me dominó a mi, SOLO UNA!, y aun asi en la segunda media hice 3 minutos más que la primera.
    Y otra cosa interesante, hasta mi quinta maratón, yo no fui capaz de hacerla completa trotando lento, pero sin echarme a andar en ningun instante. La próxima tuya será la tercera. Pero yo creo que en ésa es donde vas a conseguir este objetivo que es muy muy importante.
    Un abrazo y nos vemos pronto.
    Ah! y enhorabuena también a tu hermana, que es un lujo que esté a tu lado

    1. Muchas gracias por leer mi crónica y perdón por el retraso en contestarte. La verdad es que la fiebre que me visitó varias veces en las semanas previas a la carrera no es excusa. Aún me falta preparación, tanto física como mental, para dominar esta distancia.
      Si bien es verdad que este año he llegado mucho más entero mentalmente, aun me falta constancia en los entrenamientos y saber ajustar el punto de preparación máximo. Creo que ese punto lo tuve en los 30km del Guadiamar y a partir de ahí quizás caí en sobreentrenamiento, teniendo en cuenta mi nivel, y eso provocó una bajada de defensas.
      Otro punto que noto es el tema de los ritmos. Me siento más cómodo a ritmos mas cercanos a 6min/km pero el miedo a «petar» me lleva a ritmos más cercanos a 6:30min/km. Esto me hace ir menos cómodo y creo que acabo más dolorido de pies (ya hablamos de este en tus entrenamientos). Le tengo mucho respeto a esta prueba y prieba de ello es que al día siguiente no me encuentro dolorido, síntoma que no he forzado el cuerpo.
      En fin, que aún me queda mucho que aprender y sufrir de los 42,195km antes de acabar dominandola. Tampoco tengo prisa y se que la constancia acabará dando sus frutos. Mientras tanto seguiré disfrutando del camino que me llevará a ese punto y de la experiencia de correrla si la salud lo permite. Ojalá pueda disfrutar tantos años como tú y me falten dedos en las manos para contar mis participaciones.
      Respecto a la compañía de mi hermana no me puedo quejar, pocos tendrán ese apoyo en carrera.
      Nos vemos en las carreras!!!

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