Nueva edición del Trail Pirata, carrera organizada por el Club Pirata, que discurre por la Sierra de San Cristobal. Es una de las citas que no me pierdo desde que descubrí esta carrera hace 3 años. Como aliciente extra, cada año cambia el recorrido de la carrera, por lo que es imposible aburrirse.
Como siempre, las inscripciones volaron y en menos de 1 día ya no quedaban plazas libres para la carrera, siendo únicamente posible la inscripción en la modalidad de caminata. Una vez abierto el plazo, realicé la inscripción para mi hermana y para mí.
Llegado el día de la carrera, me desplazo desde Sevilla, lo que implica un buen madrugón a pesar que la carrera empieza a las 10:00. Antes de las 7:00 ya estoy en camino con toda la equipación preparada, la mochila Salomon con las 2 botellas y las Saucony Xodus para tener mayor agarre en los descensos. Llevo tambien mezcla de geles (4 distintos) para ir cambiando de sabor durante la carrera. Como desayuno, una tostada con jamón york y un desayuno de biofrutal que me voy tomando en el coche.
Después de recoger a mi hermana en El Puerto, nos vamos juntos a por los dorsales, disponibles en la zona de salida/llegada de la carrera. Aparcamos cerca, en la Av. del Reino Unido, creo que en el mismo sitio que el año pasado. Ya con los dorsales y bolsa del corredor nos dirigimos de nuevo al coche para recoger las mochilas y dejar la bolsa del corredor. En el camino nos hemos encontrado con Emilio, Kiko y Chris, a los que saludo brevemente. En el caso de Emilio tenemos previsto hacer juntos la carrera, así que tendremos rato para hablar. También me encuentro con «el pirata» José Miguel Carreño, que como viene siendo habitual viene disfrazado de pirata.

Tras las lluvias de los últimos días, el cielo está totalmente despejado y con una temperatura muy agradable. Quizás demasiado agradable y a la hora que tengo previsto acabar se convierta en calor.

Ya en la zona de salida coincidimos de nuevo Emilio, Kiko y Chris. Seguimos charlando mientras esperamos a que comience la carrera y aprovecho para grabar algunos videos del ambiente.
Tras el tradicional sorteo y la charla técnica, comienza la carrera algunos minutos pasadas las 10:00. Sin darnos cuenta nos hemos colocado muy delante y enseguida nos empiezan a adelantar corredores. En este primer tramo mi hermana nos acompaña, hasta que ve que vamos demasiado lentos y se adelanta a su ritmo.
En las primeras subidas echo un vistazo atrás y veo que hay pocos corredores. Este año parece que el nivel es bastante superior al nuestro. No es que nos preocupe a Emilio ni a mí, así que seguimos mirando hacia delante, dispuestos a disfrutar de la carrera. En este primer tramo compartimos kms con Chris y Kiko. Van a un ritmo muy constante, al contrario que nosotros que vamos pegando tirones acorde a los cambios de desnivel.

En estos primeros kms no hay mucho barro, pero si el suficiente como para ir pendiente y no pegar ningún resbalón. Comparado con la anterior edición en terreno está magnífico. Lo que si se confirma es que la ausencia de nubes aumentará la temperatura en el tramo final de la carrera.
Nos vamos acercando a las inmediaciones de la subida a las beatillas y el terrreno es un continuo rompepiernas. Subidas suaves pero continuadas con sus correspondientes bajadas. Poco a poco se va notando la carga en los cuadriceps, no se cuanto aguantarán.
Poco después del avituallamiento, a los 7km, nos encontramos con la primera gran subida. En esta edición una de las sorpresas es que no subimos por las beatillas, lo hacemos por una subida alternativa, aunque prácticamente con la misma dureza. Algo más de 1km de subida para 100m de desnivel. Aprovecho para tomarme aquí el primer gel, con la intención de recuperar algo de fuerzas.

La subida me deja algo tocado, lo que no mejora en las posteriores bajadas. Los cuadriceps continúan con su evolución dolorosa y las bajadas técnicas no ayudan. Esta es otra de las novedades de esta edición es que el nivel técnico de la prueba ha subido, siendo aún bastante asequible pero lo suficiente como para tener que estar muy pendiente dónde y como se plantan los pies.

Desde los 11,5km encadenamos otra nueva subida de 3km. Un perfil de diente de sierra durante estos 3km acaba de mermar mis fuerzas y es frecuente que alterne andar con trotar. La compañía de Emilio me ayuda bastante y tira de mí en este bache. Aprovecho el paso por los 14km para tomar el segundo gel, esta vez buscando recomponerme. El calor únicamente añade algo más de sufrimiento.

Las bajadas, sin ser peligrosas, sí que requieren de toda mi atención, con mucha piedra suelta. En una de las bajadas pego un resbalón que casi hace que me siente en el suelo, pero recupero bien y todo queda en un susto. Creo que el madrugón para venir desde Sevilla no es gratuito y me noto más torpe. Decido dejar las grabaciones para zonas sin dificultad y poner el 100% de mis sentidos en las bajadas.

Con el paso de los kms nos vamos acercando al punto más alto de la carrera, con mi bache totalmente superado y con los papeles cambiados. Emilio anda fastidiado con una rozadura en la parte interior del muslo derecho y con los gemelos dando avisos. Paramos de vez en cuando para que estire, pero la idea es llegar juntos. En las bajadas suelo adelantarme pero continúo trotando a ritmo suave hasta que me alcanza.
La bajada de las beatillas la hago con muy buenas sensaciones. Sabiendo que desde abajo queda el sendero más duro, por lo aburrido, lo expuesto al sol y la subida que queda hasta el desguace, sin embargo, me encuentro bastante bien, con fuerzas. No hay restos del bajón de mitad de carrera y toca seguir ayudando a Emilio con ánimos. Ya casi estamos acabando y poco antes de la última bajada, mi hermana viene a nuestro encuentro.

Poco a poco Emilio va animando su trote y la bajada la hacemos trotando, incluso adelantando a algún corredor, hasta llegar a meta.

Pensando que había hecho peor tiempo que otros años, al menos en lo referente a media por km, me llevo la sorpresa que he mejorado respecto al año anterior.

Más kms, más duros y una mejora de unos 15sg/km. En resumen, fueron 22,9km completados en 3h15min, lo que supone un ritmo medio de 8:30min/km con unas ppm medias de 160ppm.

De la organización de la carrera poco más que añadir a lo ya dicho en anteriores ediciones. Recorrido cada año más exigente, pero sin caer en sufrimiento gratuito para los corredores, unos voluntarios volcados con la prueba, avituallamientos muy completos y, en definitiva, carrera organizada con mucho cariño y pensando en los corredores.
Como colofón, al llegar a meta la organización invita a los corredores a una bebida y una buena tapa de menudos. Así es fácil recuperar fuerzas tras el esfuerzo realizado.

Ya solo queda restar los días para la próxima edición y descubrir qué sospresa no preparan para el VII Trail Pirata. Mientras, mi hermana y yo seguiremos devorando kms y preparando el maratón de Sevilla.

Os dejo también el video de la carrera para que conozcáis algo más esta magnífica prueba.